jueves, 30 de agosto de 2012

¿Velo o tocado? Qué llevar cuando la ceremonia es religiosa (segunda parte)


Muchas veces sucede que los novios deciden hacer de su enlace algo íntimo solamente para los más allegados, en otras ocasiones se eligen ermitas perdidas en parajes de ensueño y los más privilegiados deciden que su boda se oficie en una finca familiar al aire libre.
Bien en estos casos, el tocado es una buena opción y si la novia quiere llevar velo puede decantarse por uno corto, o por un velo que no se arrastre en exceso. Desde el punto de vista del confort tenemos que pensar que en espacios reducidos un velo largo no se luce y puede suponer en determinadas circunstancias un problema. Tampoco es aconsejable cuando la boda es en el exterior, puesto que debemos contar con posibles fenómenos atmosféricos. ¿Imagináis el velo de la novia un día de viento?
También puede pasar que el suelo esté muy húmedo y el velo se moje. En este caso, empezará a pesar y será más difícil de arrastrar, perdiendo así toda su caída natural y elegancia. Por eso yo recomendaría optar por un velo corto ya sea un tul ilusión o uno de redecilla o elegir un bonito tocado que acompañe a nuestro vestido.
Algunos ejemplos se pudieron ver en el desfile de Novia d’Art , Pronovias o Rosa Clará en la Bridal Week de la Pasarela Gaudí.
El velo corto, es cómodo sencillo y puede encajar muy bien en una celebración íntima.  Este modelo que se ve a la izquierda combina el tul ilusión con unas mariposas que le dan un aire aún más juvenil y fresco.
Para las más discretas Rosa Clará y Novia d’Art nos sugieren lacitos que envuelven moños altos. Esta es una opción que también se puede barajar de cara a cambiar el velo por un tocado a la hora del baile nupcial.

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